La salud bucal es más importante de lo que puede parecer. En realidad, la digestión, al contrario de lo que muchas personas creen, no comienza en el estómago, sino en la boca con la correcta masticación y salivación de los alimentos. Si añadimos a ello el factor estético y queremos gozar de una agradable sonrisa, no debemos pasar por alto las visitas al Dentista.
En muchas ocasiones, los pacientes solo acuden al mismo cuando tienen algún problema (dolor de muelas o sangrado de encías, por ejemplo), y esto es un error, puesto que muchas molestias y patologías se podrían evitar si se cogen a tiempo. Pero, entonces, te preguntarás cuándo has de realizar esas visitas. Aquí caben varias respuestas que agruparemos en dos bloques: las visitas regulares y las excepcionales.
Visitas regulares al Dentista
Gozando de una boca sana, lo recomendable es visitar al Dentista al menos una vez cada 6 meses. Con la adecuada exploración y examen, el odontólogo detecta cualquier inicio de caries u otra afección. En el caso de la caries, diagnosticada en su inicio, el tratamiento quedaría reducido a un simple empaste. Si no se detecta a tiempo, implica la extracción de la pieza. Como ves, la importancia de estas visitas habituales, no es desdeñable, así como la indispensable higiene bucal diaria.
Visitas excepcionales
Estas deben realizarse cuando aparecen ciertos síntomas como, por ejemplo:
– Dolor. En este caso, te aconsejamos que acudas lo antes posible a la clínica dental. Si la causa es una infección, te prescribirán algún antibiótico antes de aplicar otro tratamiento más directo o intervención.
– Inflamación de encías. Puede deberse a una enfermedad periodontal.
– Enrojecimiento en las encías. Puede deberse a enfermedad periodontal como en el caso anterior.
– Cambios en la estructura y colocación de los dientes.
– Llagas y manchas.
En cualquier caso, el Dentista te aconsejará.